Estas de tercero siguen a todo trapo...si casi no se puede ni comentar. La verdad es que este libro de
Calles frías de
Robert Swindells se lee en un suspiro. Empezar a leer juntas fue un acierto, la verdad, sobre todo para entender ese doble narrador protagonista.
Link, un muchacho que se encuentra en Londres sin techo y sin empleo,
consigue sobrevivir gracias a la protección de Ginger, un vagabundo que
conoce a fondo las calles de la ciudad. Pero de repente Ginger
desaparece, y también muchos otros chicos sin techo. Link se ve atrapado
en una terrorífica maraña de acontecimientos cu
ando al fin descubre que un asesino anda suelto..., un asesino de vagabundos.
Hay dudas sobre el comportamiento de ese loco asesino, lo curioso es que os preguntéis por qué corta el pelo o compra zapatos a los muertos pero no hayáis comentado nada de los propios asesinatos...Cada vez me asombráis más.
Gracias a este libro nos hemos adentrado en el mundo de la calle, saliendo de nuestro cómodo y caliente hogar. Dulce hogar. Me gusta la descripción que hace Link de los tipos de reacción de la gente a la que le pide limosna. Me he planteado mis propios comportamientos ¿y vosotras?
A raíz de este libro encontramos otras lecturas del mismo tema, más reales, como la de Miquel Fuster , profesional del cómic y del dibujo que ha pasado 15 años en la calle. Me haré con su cómic Miguel, 15 años en la calle. Barcelona sin mí
Pero quizá sea demasiado fuerte, ya que lo a mí me da la sensación que
Calles frías no hemos dejado de verlo como una ficción, gracias a ese loco asesino.
Os dejo un vídeo de Miquel hablando de su vida como mendigo. Vosotras me diréis si estáis preparadas para leer el cómic.
Espero vuestros comentarios del libro AQUÍ